Ya están llegando. Tiene su gracia: en todo este tiempo, nadie ha dicho "esta boca es mía". Pero resulta que ahora esta página es demasiado auto-laudatoria, demasiado personal, demasiado auto-complaciente, demasiado centrada en el protagonista casi absoluto de ¿un drama?... Esta calificación de lo mío ya la he tenido que escuchar, recientemente (en un tono amable, bienintencionado, pero condescendiente), pronunciada por un miembro cualificado de nuestra comunidad. Pienso, sin embargo, que tengo perfecto derecho a "hacer de esto un drama"; sobre todo porque es más bien al contrario, ya que es ESTO lo que está haciendo un drama DE MÍ. El matiz es importante. Ya sabéis: lo del yo inmanente y las circunstancias (Ortega).
No sé muy bien cómo continuar con estas ideas... Son demasiadas cosas ya: para empezar, no se me escapa que el anonimato es -por decir algo tópico- relativo. Y me consta que algunos seguís con interés el "culebrón". En efecto: el DRAMA... Me pregunto con qué legitimidad personas que se esconden en el anonimato (éste sí que lo es) y el silencio conforme -o hasta cómplice- se permiten criticar mis palabras y mis argumentos: mi exposición pública. ¿Qué estáis haciendo vosotros, queridos?. Os lo diré: otorgar con vuestro silencio; esperar que la cuerda algún día oscile -con la zanahoria en su extremo- en una compleja curva de forma favorable, hasta vuestra boca; ¿verdad?. Es respetable, no lo niego: pero puede que también algo indigno, si (acaso, en el fondo de vuestro corazón) me estáis dando la razón en uno o varios de mis planteamientos. E intuyo que debe ser así en no parva medida. ¡Pero resulta más cómodo esperar una mejor ocasión, agazapados, prudentes, inadvertidos!, ¿no es cierto?. Así es. Y de los que ya están dentro, pues puedo decir que habrá de todo; claro que muchos de ellos prefieren no enredarse, no opinar.
Si os habéis tomado la molestia de leer TODO lo que yo expongo, deberéis reconocer que he propuesto ALGO MÁS que un drama patético e impúdico: UNIDAD, SOLIDARIDAD, PRESENCIA PÚBLICA, CORAJE, DIGNIDAD, COHERENCIA, ARGUMENTOS, REIVINDICACIÓN, ACCIÓN... Ni una triste respuesta: ésa es la aportación de mis queridos, prudentes y acomodados colegas. La siembra será pobre, os lo digo. De esta forma sólo nos espera la resignación. Mas no la mía. Santé!.
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