Se incluye, al final, mi respuesta a la colaboradora andaluza. Por cierto: ¡enhorabuena!... a pesar de todo.
Creo que he vivido de todo en esos meses de Junio y Julio, compañeros y amigos que me dejaban de hablar, porque eran miembros de tribunal y yo opositora, en Septiembre querían volver a tomar café conmigo. Compañeros interinos que, incluso antes de hacer las oposiciones ya hacían planes para el año siguiente porque sabían que iban a aprobar y en que centro estarían. Compañeros funcionarios que decían "pobrecita" no saca nunca las oposiciones pero que luego venían a preguntarte dudas de todo tipo (programación, conceptos, bibliografía...). Equipos directivos que te decían no te quejes del horario "eres interina", no te quejes de los grupos "eres interina"...
Y la Junta que me llevaba de ruta turística cada curso.
Yo también pensé abandonarlo todo, e incluso esta última vez pensé que por qué no se podía solo firmar y yo me iba. Al final aprobé, ahora estoy "a prueba" a ver si valgo para ésto, y, me siento totalmente indiferente, al ver la nota no sentí ni alegría ni tristeza, no lo celebré y hasta me dió rabia presentarme en septiembre en el centro, porque la gente me daba la enhorabuena y yo no lo veía por ningún sitio.
Quiero darte animos a ti y a los que os encontrais en tu situación y pensar siempre que algún día no se sabe cuando os sonreirá la diosa fortuna??
ÁNIMO".
Haré enseguida referencia a esta cuestión dolorosa. Pero ahora me limitaré a comentar la aportación de alguien cuyo camino (si no peor) yo parezco afrontar: dice mucho de la arbitrariedad de todo este espanto; de la propia mezquina naturaleza humana.
Enhorabuena a ti. Entiendo que nada celebres, que nada te entusiasme tras tan "extraordinario logro"... Desde aquí, mi solidaridad con todos mis iguales. Y mi reconocimiento a todos ésos que, habiéndolo alcanzado, no lo olvidan".