El Tribunal parte de una calificación de CINCO. Se reconozca o no, en la mente de más o menos todos ellos están los nombres de unos pocos candidatos. Para bien; puede que, también, para mal... Por lo tanto, una parte importantísima de mi hipótesis consiste en la idea de que puede existir una predisposición "latente" de los miembros del Tribunal hacia algunos nombres concretos. No sé hasta qué punto esto es inconsciente o deliberado.
Sigamos: hemos quedado en que la nota de partida es cinco, ¿aproximadamente?... ¿Podrá depender de quién y cómo?... (Insisto en que ésta es una teoría que trata de encontrar algún sentido a todo este disparate). Si el candidato dice algo "incorrecto", se descuenta; si deja de decir algo "trascendental", se descuenta. Pero si el opositando expone alguna BUENA idea, ésta podría no sumar, simplemente si la misma no es considerada por Sus Señorías como buena idea (Por supuesto, el criterio de esta apreciación puede ser del todo "discrecional").
Tiendo a pensar, y siempre según esta teoría, que aquéllos que consiguen acercarse o llegar al diez (!) disponen de un arsenal de ideas tan extraordinarias, de herramientas tan alejadas del común de los mortales, que sólo podríamos estar hablando de AÑOS LUZ (y creo no exagerar un ápice). Ya que sólo conceptos como la velocidad de la luz y las dimensiones del Universo entero podrían separarnos galaxias de distancia a gente de formación tan pareja, tan sólida, tan experta y tan solvente. Porque, si no: ¿de qué estamos hablando, realmente?...
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