NOTA: Se debe tener en cuenta que ésta es la última entrada. Por lo tanto, si se desea conocer la verdadera secuencia de este BLOG, habrá que acudir, primero, a las entradas más antiguas -la primera es del día 1 de septiembre de 2010. E-mail: balzuel@gmail.com
Retomo aquí las Teorías de antemano (ahora, más bien, a toro pasado). Se trata de un recordatorio y, al tiempo, de una propuesta ampliada y mejorada de lo que ya expusiera en aquel día 17 de octubre. Son nuevos los puntos 7 y 8 de la lista que sigue:
1ª/ Osé insinuar que un curso puede demorarse, y que, por lo tanto, se debería tener previsto que ciertos contenidos podrían no impartirse (En este sentido, explicaba que las Unidades Didácticas “prescindibles” se sitúan al final del curso. Sin embargo, se deja bien claro que esa “claudicación” es muy relativa, pues los contenidos y las actividades propuestas son de una variedad y riqueza –y, por qué no decirlo: también ORIGINALIDAD– que se compensa con creces la presunta renuncia. Pero descubrir y apreciar estas sutilezas requiere una capacidad de análisis ¿poco común?... Es, en todo caso, la que yo debo esperar y exigir de un Tribunal de profesionales y colegas).
2ª/ Osé –por tanto y de forma MUY congruente–, proponer un modelo flexible y variable de contabilización porcentual de la evaluación (que al final del curso tiende a transformarse en evaluación continua pura, sin exámenes escritos). Este sistema tiene en cuenta, además, algo que es MUY HABITUAL: que los grupos suelen ser varios y el curso compartido, en consecuencia, por diversos profesores... Mi sistema TIENE ESO TAN HABITUAL EN CUENTA, repito. ¿Demasiado “complejo” para un Tribunal que pudo atender tan sólo a las tramoyas deslumbrantes de los “circos con tres pistas” o, por el contrario, a las simplezas y obviedades más trilladas?; pero eso sí: engarzadas con primor de artesano, de “opositor bien adiestrado”... ¡Méritos bien contrastados en lograr ESTA cima, pardiez!... Lo de menos es si se es o no un buen docente (a menudo, esto les consta sobradamente a uno o a más de ésos a los que nos enfrentamos; pero se escudan, casi obsesivamente, en el “procedimiento”. Un procedimiento, por cierto, de reglas ignotas, tal vez caprichosas; sin duda, cambiantes). Sólo añadiré en este punto que TODOS los posibles exámenes DEL CURSO –tenidas en cuenta cualesquiera eventualidades– estaban planteados, hechos, fechados; y que fueron presentados a los cinco miembros del Tribunal, quienes tuvieron la oportunidad de revisarlos.
3ª/ En definitiva, parece que la “originalidad” (esa enfermedad tan moderna, y que afecta a tantos idealistas incompetentes) tendía a ser penalizada en este Tribunal. ¿Tal vez identificada con lo confuso?... Sin embargo, he sabido de otros en los que esa peculiaridad –y la propia valentía de plantearla como un valor– se ha considerado como una virtud y un mérito... ¿Dónde está la supuesta “coherencia y homogeneidad de criterios” entre los Tribunales?... (Menciono aquí, de nuevo, el caso de mi amigo G. –¡espero con impaciencia tu prometida contribución a la causa!–, quien fuera denigrado hace dos años, incluso más que yo, pues su nota fue un 0... Habéis leído bien... Este año, sin molestarse en cambiar casi una coma de su Programación, ha obtenido un 7... Habéis leído bien).
4ª/ Esta cuarta teoría se refiere a la heterogeneidad excesiva –más aleatoriedad, en definitiva– que los aspirantes de mi asignatura podemos estar padeciendo: me refiero a que, en un Tribunal de los míos, puedo encontrarme desde la frialdad industrial y técnica hasta la caótica visión de un mundo ingrávido, etéreo, onírico y... artístico. No sé si me explico... Son dos extremos tan antitéticos que casi da vértigo pensar en ello. En general, tiendo a sospechar de la predominancia de la primera “forma de ver el mundo”; del retraimiento de los segundos... En todo caso, me temo que a los que procuramos habitar “ambos ecosistemas” (por coherencia y por... ¡obligación!) no nos aprecian ni los unos ni los otros. Pero, ¿pueden ser los prejuicios y las percepciones, más o menos caprichosas, legítimas herramientas de juicio?... Permitidme esta pregunta retórica...
5ª/ ¡Constructivismo, Arte Conceptual y Pop Art en 3º de la ESO!... ¡Anatema!... ¿Anatema?... No voy ahora a recordar los Bloques de contenidos, ni nada que sea demasiado aburrido y obvio... Nada debería estar prohibido en nuestra profesión (sólo tomar por idiotas a nuestros alumnos), y me permito ahora recordar que los enfoques inteligentes de los temas más difíciles nos enriquecieron a la mayoría de nosotros a la edad de 14 o 15 años... ¡Me acuerdo muy bien de aquello!. Por supuesto, lo lúdico no debe estar reñido con lo inteligente; de hecho, no creo que haya nada más “lúdico” que la inteligencia (presionada, tal vez y de vez en cuando, por algún reto que otro). En fin, no sé... Me empeño, como decía, en encontrar algún sentido a todo esto... Puede que me equivoque.
6ª/ ¿Se notó mucho que la U. D. que me tocó en suerte (sí, lo sé: ésa y otras dos; pero escogí la que consideré mejor de las tres) no había sido “puesta en práctica”?... Lo confirmo en público: en efecto, así es. ¡¿Y sólo eso la descalifica?!... ¿Acaso no está bastante claro que los docentes interinos casi NUNCA podrán poner en práctica sus ideas ni, por lo tanto, sus Programaciones?... ¿Tan descabelladas son?; ¿tanto nuestro “atrevimiento”?... ¿Cuántas de ellas no habrán sido recicladas –sin que nosotros lo hayamos llegado a saber nunca– por los que no las consideraron lo “bastante buenas” en su momento?... Aprovecho este punto para mencionar que ni una sola de las UU.DD. que SÍ he puesto en práctica –casi infinitas veces– “surgió” generosa en el sorteo... ¡Pero hablar de mí y de sorteos es como hacerlo de Mahmud Ahmadineyad y de corbatas!...
7ª/ ¿Un regreso al uso creativo de las MANOS? ¿Las TIC frente a un honesto (y sostengo: necesario) “Back to Basics”?... ¿Otra blasfemia?... Y sin embargo: varias de las de las actividades aquí propuestas dejan abierta la posibilidad de hacer un uso moderado, asequible y CREATIVO (no meramente técnico) de éstas. Entre otras cuestiones, se tiene en cuenta que las UU. DD. más genuinamente “TIC” –siempre según mi Programación, claro está- estarían a punto de ser impartidas. De alguna forma, se está anunciando o introduciendo todo ese campo, inminente (léase ahora la primera “teoría” de esta lista). Todo este “encaje de bolillos” (en absoluto improvisado), que implica un concepto muy meditado y complejo de la secuencia docente (contenidos, procedimientos, competencias, actividades, etc.), y que a su vez tiene en cuenta al resto de la ESO –aunque la asignatura sea optativa en 4º-, requiere un estudio atento y PORMENORIZADO del trabajo expuesto. Tal vez sea del todo imposible mostrar (tal vez imposible captar) tan complejos conceptos en una hora y media escasa. Entonces, ¿qué hacemos?: ¿aplicar el Principio de Mediocridad, tan en boga? (y, efectivamente, ¿despreciar la sustancia en beneficio de la apariencia?). Ruego una respuesta seria y coherente de Sus Señorías.
8ª/ Presentadas lo que yo llamaría PROPUESTAS FINGIDAS, se han obtenido excelentes resultados (me consta). Muy al contrario, yo opté por sugerir ante mi Tribunal -sin rubor y con HONESTIDAD- que la mera preparación de una serie interminable de OPOSICIONES merma y aniquila enormes cantidades de mi tiempo y de mi potencial: aunque no sólo como docente, por mucho que éste sea el aspecto prioritario en este contexto. Lo que quiero decir es que el daño que está llegando a causar todo este tinglado en algunos de nosotros es imposible de cuantificar, de ponderar (pero éste es un asunto subrayado hasta la saciedad a lo largo de estas páginas). En definitiva, una ENTREGA ABSOLUTA y con un alto nivel de auto-exigencia en esta condiciones es, simplemente, IMPOSIBLE; IN-VI-A-BLE. Pero si lo que desea este Sistema es que aprenda a FINGIR, entonces procuraré ser el primero en tan útiles –y sutiles- mañas.
9ª/ ¿Pequeños "defectos de forma"?... Me atuve en todo momento a la rutina y a los cánones esquematizados por todas las fuentes habituales: sindicatos, academias, el sentido común y la experiencia... En ese sentido, el índice de mi Programación es ejemplar, aunque esté mal que yo lo diga; y sigue escrupulosamente el orden de los "item" de la propia Convocatoria. Compañeros con planteamientos semejantes –y hasta más ramplones– obtuvieron notas excelentes (sí, en efecto: con otros Tribunales).
10ª/ ¿Les quedaron muchas dudas a Sus Señorías? ¿Numerosas cuestiones por resolver? ¿Algún recelo?... Habría sido para mí un honor –y de gran ayuda– ilustrarles con mis valiosos y coherentes puntos de vista sobre cualquier asunto (en torno a MI PROPIO trabajo) que no les hubiese quedado lo bastante claro... Pero para eso uno debe ser interpelado en un debate...
Es mi intención emplazar algún día aquí a quien corresponda.