Y como iba diciendo: nada en su contra. Pero es un hecho incontrovertible que ellas/os SÍ y yo NO; que ellas/os se han encontrado, a una edad muy razonable, con un panorama vital que, para un Licenciado en Bellas Artes, en esta parte del país o Estado (o como quiera que se le llame), ya se podría considerar, como mínimo, insólito, quimérico, mítico... O, como bien podría expresarse en un lenguaje más coloquial: un CHOLLO. No creo que a nadie le cueste admitirlo. Tampoco a ellas/os.
Claro que: ¡su trabajo y esfuerzo les costó, y nadie se lo ha regalado!, y todas esas cosas que, sin duda, ellas/os argüirán, y yo no voy a discutirselo... ¡Otrosí!: mi PERO a todo esto -por muy claro que esté ya, a estas alturas- no se sustenta en una presunta carencia de SU mérito, sino en la incapacidad de todo este tinglado para admitir y reconocer el MÍO * (si queréis, añado el NUESTRO, que aspirantes experimentados y con capacidades ciertas no han faltado en Cantabria, a lo largo de estos años, por mucho que se nos haya "apartado")...
Hablo, por tanto, de la reprobación a un Sistema que asume, aprueba y avala la IDONEIDAD, de unos frente a otros, en unos términos demoledores -a menudo vejatorios: de ahí mi indignación frente a la expresión "currantas"-, sin explicaciones ni criterios claros... ¡Y lo que quizá sea lo peor de todo!: éste es un Sistema que, tanto implícita como explícitamente (y aunque sólo sea en "petit comité"), ADMITE (¡0J0!, repito: ¡ADMITE!) que una cantidad considerable de factores aleatorios -e incluso ARBITRARIOS- se le escapan. Aparentemente, sin embargo -y en la habitual línea de una sociedad que se las da de "progre" e innovadora, pero que, en el fondo, está enferma de INMOVILISMO-, nada se modificará, nada cambiará... Se seguirá premiando lo ortodoxo (por no complicarse la gente demasiado la vida), mientras se descartará, de forma sistemática, todo indicio de heterodoxia o "salida del tiesto". O, como me dijo no hace mucho un colega, ya veterano -él mismo miembro de un Tribunal en una ocasión-, al tiempo que blandía una hoja en blanco: "Si, entre cientos, una hoja tiene una pequeña mancha, ésta queda ya descartada; por principio. Proceder así nos quita, de un golpe, un montón de trabajo"... Lo dicho: más claro el agua, amigos.
Muchos pensarán que tan solo trato, con todo este montaje, "vender mi candidatura"; para posteriores ocasiones, claro, ¡no sé cuántas!... La mayoría opina (lo sé) que no lo hago bien; que me equivoco... Puede. En todo caso, tengo el derecho de hacer lo que me plazca. Lo que no podrán discutirme estos "disidentes" es que, tras más de diez años de lucha "convencional y razonable", de estudio, de renuncias, de acumulación de experiencia y de sabiduría (alguna, supongo), nadie ha sabido ni querido valorar mi "candidatura", tal como (modestamente opino) se merece. Esto, para desgracia mía, también es un hecho.
Ahora, si me permitís la osadía: echo en falta que, con gallardía, solidaridad y coraje, alguno de los que ya deambulan al otro lado del espejo -como ya he denominado antes a ese sublime e ignoto mundo- se atreva a decirme, y en viva voz: Carlos, te entiendo; y, si no te doy la razón, al menos, no te la quito... ¿U os habéis olvidado ya, tras tan escasos meses, de lo que es esto?... Supongo que algunos, en realidad, no dispusísteis del tiempo necesario para asimilarlo (me refiero al FRACASO y al RECHAZO como un MODO DE EXISTENCIA y de ESENCIA).
¿Os envidio?: por supuesto. Pero no me enferman vuestros logros, sino la ausencia de los míos (éste es un matiz importante, que debería haber quedado meridianamente claro en este punto). Ya estáis dentro. Por favor: haced algo para que esto no continúe ad nauseam por los actuales derroteros. Gracias. Ojalá alguno me escuche; algún día. Y que el orgullo no os ciegue al mirar hacia abajo...
* Recuerdo la nota de mi "encerrona": 1´8 (sobre 10).
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