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Pero las fuerzas pueden flaquear, el tiempo puede resultar implacable, demoledor: tal vez sea fuerte, pero no soy un "superhombre", ni infalible, ni inmortal, ni invulnerable... A veces temo que lo que se me ha hecho (lo que MIS COLEGAS ME HAN HECHO) no tenga marcha atrás: que apenas haya empezado el proceso por el cual se me "desguaza", irreversiblemente, mortalmente... Y todo eso es lo que me "llena" ahora el alma; lo que casi consigue que me derrumbe cuando camino por la calle y me debata entre la "demolición interior" y la IRA... No sé si harían ciertas cosas, los que las hacen, si conociesen, DE VERDAD, a la gente, a sus propios compañeros: las consecuencias PROFUNDAS de sus inconscientes, "unánimes" y "justas" decisiones... Creo que por hoy ya es más que suficiente..."
27 de julio de 2011
Me pregunto yo ahora otra cosa: ¿existen otros Sísifos por ahí?... Sin duda los hay; aunque parecen mudos e invisibles (ciegos puede que también). No sé qué es su silencio, ni cómo interpretarlo: ¿¿ a/ culpabilidad; b/ pudor; c/ dignidad; d/ cobardía; e/ prudencia; f/ sensatez; g/ humillación; h/ hastío; i/ orgullo; j/ mezquindad; k/ indiferencia; l/ desprecio... ????? (Imagino que podría agotar el abecedario).
Estoy seguro de que más de uno opinará que a lo largo de este año lo único que he hecho ha sido "quedar en evidencia", que es una forma fina (o piadosa) de decir que he estado "haciendo el ridículo"... Aunque la primera expresión es más atinada, ya que lo que podría haber quedado en evidencia es mi FALTA DE IDONEIDAD: un tipo que se enfurruña sin dignidad ni gallardía; que claudica y, encima, hace alarde de ello -de forma ostentosa y arrogante- a lo largo de un año, sólo puede tratarse de un mal profesor, de una mala persona, de un peor servidor público, de un perdedor justo: un cabal desecho, sin pundonor ni derecho de redención... ¿Sabéis?: a veces habéis estado a punto de conseguir que ME CREYERA TODO ESO...
No vais a estar nunca en mi pellejo; pero tampoco pensasteis nunca (tal vez) que alguien como yo levantase la voz... ¡jamás!. Pero lo he hecho: os ofrezco la ocasión y el "medio" para asumir y sentir, en forma de fracción infinitesimal, el vértigo y la nausea (ésa que vosotros nunca tuvisteis la "suerte" de experimentar)... Es virtual, es inofensiva; es una de las muchas experiencias que nosotros, los artistas (al menos yo he estudiado Bellas Artes), ofrecemos al resto de los mortales: la oportunidad de no considerar a nadie ajeno a nada de lo humano... siquiera de forma vicaria.
No espero nada de nadie: no de la mayoría de vosotros... Sólo de mí; de mi esfuerzo; de mi trabajo; de mi entereza y resistencia; de la gente que respeto, aprecio y quiero... de su reciprocidad; de la vida, al cabo, mientras dure... Mi decepción no podría ser más vasta, ni más sólida, ni más abrumadora, ni más arraigada, ni más inconmovible, ni más imperecedera... Y si os parece demasiado duro, devastador y cruel, cuando apenas lo leéis, ¡cuánto más no será vivirlo a lo largo de más de diez años de una vida, que es la mía!, ¿no creéis?... Tic, tac; tic, tac; tic, tac; tic, tac...
Otro día os la traduzco... Puede que no tenga mucho que ver, pero quedaos con el título; y con la "actitud".
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