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Este blog parece condenado a no suscitar ningún debate. Se me achaca que su "enfoque" resulta demasiado categórico; que sus afirmaciones, así como las experiencias y sentimientos expuestos, son irrebatibles. Creo que estos argumentos son, en general, laudatorios... No me planteo refutar algo que, visto desde afuera, parece no ofrecer ninguna duda. Lo malo es que... yo nunca seré capaz de ver todo esto desde "afuera". Yo estoy DENTRO: dentro de mí, dentro de la cárcel de mi "pena capital"...
El otro día (uno de ésos atroces, que se me presentan de cuando en cuando) se me ocurrió una especie de metáfora para explicarle a quien ha estado más cerca de mí, desde que todo este horror empezó a desencadenarse, lo que supone mi experiencia más íntima del fracaso. Si queréis le pongo comillas al término "fracaso"; pero eso no cambia nada... De hecho, ésa era la idea fundamental que quería transmitir a mi interlocutora: que la "relativización" de un cáncer, de una enfermedad mortal, no la sana; y que yo podría hacer el esfuerzo de fingir (quizá lo único inteligente que me queda por hacer ya; quizá lo más "útil"), de algún modo, que ignoro la existencia del tumor y hasta su posible metástasis... pero que eso no lo curaría; y que el tumor seguiría estando ahí, aun a pesar de mi feliz ignorancia... Supongo que esto también es irrebatible.
¡Sin embargo, también me resisto a eso!: a que no se me pueda rebatir... ¡¿Por qué no hacerlo?!... Quiero decir: ¿alguien lo ha intentado?... ¿Acaso no están en poder de las Verdades más Absolutas y Sagradas los que ya nos han sometido a sus juicios "sumarísimos" (y condenado) alguna vez?... ¿Por qué no lo hacen de nuevo conmigo?... Alguno de ellos me conoce bien: no creo que les resulte difícil despedazarme una vez más... ¡Pero no lo harán!: disfrazarán su "indiferencia", claro, con una mirada -anónima y oculta- de displicencia y conmiseración; todo ello al mismo tiempo... Y es que les avala su "posición", su "estatus"...
Bien, así es: tan sólo una de las muchas manifestaciones de este "cáncer"... Interesante ese libro llamado "Cáncer", por cierto; no recuerdo el nombre de su desdichado autor... Pero no temáis los que aun sentís algún aprecio hacia mí: no lo veo como una enfermedad endógena, sino como un enorme y purulento tumor que crece en torno a mí; tal vez sobre mí: después de todo, siempre he tenido que demostrar el triple que la media -si no el cuádruple- para conseguir lo mismo que todos ellos; o incluso menos... Eso sí: al mismo tiempo, todos me habrán dicho lo mucho que me lo merecía, y que no entendían la enorme injusticia que se cometía conmigo... Pero el cáncer, ¡ah, el cáncer!: esa ruina de carne y alma desaforadas, ahí sigue: aplastándome...
Llamadlo "Destino Aciago", "Envidia u Odio", "Sistema Depurativo" o, simplemente, "Represalia"... Llamadlo "Ceguera", "Insidia" o simple "Adversidad"... Sea cual sea su nombre, ha arrasado mi vida: la profesional y la personal; al menos, buena parte de ambas... No creo que nadie deba sentirse orgulloso de ello. Pero tampoco se hará nada para evitar que se vuelva a repetir: por unas razones u otras, mejor lo malo conocido que lo bueno por venir (sobremanera si a mí no me ha ido tan mal en todo esto).
Os invito, a partir de ahora, a compartir conmigo, en este blog, vuestras propias desgracias; a ver si esto se "anima" (es un decir). ¡No estaría mal!: un blog dedicado a airear las desdichas, el mal fario, el esfuerzo titánico en balde... ¡Todas nuestras particulares "Sierras Madre"! (Para los no cinéfilos: me refiero a la película de John Huston, protagonizada por su propio padre y por Humphrey Bogart). Un saludo y un abrazo a todos vosotros: seréis bienvenidos...
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