Un saludo. Espero que no despreciéis ninguno de vosotros la oportunidad de leer algo que considero tan importante, al menos (si no más), como una Programación fantástica o como un conjunto sublime de Unidades Didácticas de la asignatura (uno de ésos de "diez", con "Pauer Poin", Flash y toda la parafernalia "tic" ).
Puede que mi talento no me dé para tan altos designios (es evidente que no... ¿o no lo es?... ¡qué importa ya!), pero creo que lo que yo expreso y REPRESENTO, en estos días y coyunturas, es algo que no se debe ignorar; menos despreciar. ¿No lo creéis así, mis muy estimados colegas de carrera?... Humildemente, me considero una de las pocas voces que se levantan entre la docilidad y el adocenamiento que nos está aniquilando. Yo, por mi parte, me niego a ir al matadero sin elevar mi voz, mi ORGULLOSA Y DIGNA PROTESTA. Esta opción no es una novedad, pero vivimos momentos decisivos; no menos significativos por haber sido tan presentidos...
Y los que habéis optado por callar (o por escudaros en la "prudencia" o en la mera "lucha sindical", en forma de huelgas o "manifas"), pensad en el efecto que han tenido vuestros silencios; pensad en el caso omiso a voces "disidentes" como la mía, a la que le habéis negado su esencia solidaria desde el principio de todo esto; a la que habéis aislado e ignorado, sumados al Mayestático Coro Silencioso, de abrumador efecto (pero cobarde e inútil).
Tal vez deberíamos TODOS reconsiderar lo que hemos estado haciendo en estos dos últimos años: si el silencio y la pasividad nos ha aportado algo. ¿Consideráis la paciencia y la prudencia necesidades y virtudes, dadas las circunstancias?... ¿De veras creéis que aun os aguarda vuestra "oportunidad", Susana, Manuel, Juan María, Blanca Rosa, Mariano, Laura, Juan Francisco...? ¿Os lo tienen que decir más alto y más claro para que lo entendáis?... Casi agradezco que fuesen tan brutales conmigo, pues así no me puede caber la menor duda; ni me dejan la más mínima esperanza...
Tenemos trayectorias semejantes, formación más o menos homologable, intereses comunes y nos aquejan semejantes y reiterativos agravios. Tal vez deberíamos intentar ver un poco más allá de nuestras propias narices: juntos podemos ser MUCHO MÁS FUERTES; y nos podemos ayudar, asesorar, apoyar... Claro que, para eso, tenemos que estar dispuestos a COMPARTIR cosas y apartar y dejar nuestro orgullo a un lado: ninguna academia ni preparador nos podría aportar lo mismo que, entre todos juntos, atesoramos. Yo, por mi parte, estoy dispuesto.
En todo caso, deberíamos tratar de hablar con una sola voz: ¡no es posible ni razonable que, con siete, diez, quince o más años en la brecha, se nos amenace, se nos diga eso de que "fue bonito mientras duró, pero ahora adiós, muchas gracias!"... Muchos tenemos familia, un proyecto de vida en marcha, responsabilidades y cargas... ¿Vais a permitir que nos arrojen todo eso al vertedero, por el "bien común" y los JODIDOS MERCADOS y los putos miserables bancos, que son los únicos a los que no se obliga a perder o a ceder en nada?... Y los que os "salváis" esta vez, ¡no os confiéis demasiado!... Éste es mi órdago... Espero que me escuchéis... esta vez.
Carlos A. Torres Velasco (Profesor Interino "Emérito", con Estrella Amarilla de Siete Puntas; a punta por oposición...)