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Nadie me lo ha confirmado; ningún compañero me lo ha insinuado, siquiera... excepto algunos de mis alumnos, quienes tampoco han sido capaces de "poner sus manos sobre el fuego". Se trata(ría) de un malentendido: me pregunto a qué se ha podido deber... ¿Interino y único miembro de su Departamento?: puede que no (Lo siento, M., compañera). Lo que me obliga a preguntarme, de nuevo: ¿de dónde surgió la idea, el prácticamente absoluto convencimiento?... Equivocado, tal vez; pero eso no cambia (en esencia) unas cuantas cosas... que no dejan de tener su relevancia.
Me explico: la descripción del hombre, del individuo, es correcta; y si alguien así ha podido (pudo, en su momento) obtener el reconocimiento del "gremio", entonces aun hay esperanza... ¡Que no se entienda esto como un insolente agravio, o algo que subestime la personalidad de mi colega fallecido, no!: lo que quiero decir, muy al contrario, es que su figura REIVINDICA OTRO TIPO DE PROFESOR, más modesto, más discreto, más centrado en la esencia y en el conocimiento de la propia materia.
Y es que así debía ser mi desconocido -para un servidor- y quedo colega; así lo imagino, y así me lo han descrito alguno de sus alumnos. Supongo que comprobar que "El Sistema" un día supo reconocer y aceptar a alguien por lo que ERA y SABÍA, y no sólo -o apenas- por lo que aparentaba, me reconcilia en parte con el susodicho Todopoderoso. Así es como se demuestra, por cierto (y realmente: sin doctrinas baratas ni "feminismo de género"), el concepto de IGUALDAD DE OPORTUNIDADES; y se ejerce, además y por lo tanto, un auténtico respeto a la esencia de los individuos; de todos los individuos: sin distinción de sexo, apariencia, religión, tendencia política ni carácter.
Y es que, si la escuela ha de ser un REFLEJO DE TODAS LAS CREENCIAS, TENDENCIAS, OPINIONES Y NATURALEZAS humanas, ¿acaso no sería mala idea que se apartase, de una vez por todas, el "sectarismo" (más o menos disimulado o encubierto) a la hora de seleccionar al personal docente? Y si lo que preocupa es que se "cuele" algún tipo de "tarado", enfermo o auténtico intolerante y sádico (puede que la competencia del aspirante sea la única exigencia legítima y razonable), entonces debería procederse a efectuar una criba a base de "análisis psicológicos" profundos y serios de todos los opositandos: ni más ni menos. Lo demás (y no centrarse, muy especialmente, en los conocimientos y las habilidades concretas, claro está) son sólo milongas peligrosas, injustas, que tienen la tendencia de crear, al igual que los sueños de la Razón, MONSTRUOS... ¿como yo mismo?... Mas, ¿quiénes son los "monstruos"?... ¿Recordáis "Freaks", de Tod Browning?: ONE OF US!, ONE OF US!!... (Aunque se trate, más bien, de un enfrentamiento: de "Us and Them"... Pink Floyd, "The Dark Side of the Moon". Disculpen la pedantería, gracias por su atención).
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