NOTA: Se debe tener en cuenta que ésta es la última entrada. Por lo tanto, si se desea conocer la verdadera secuencia de este BLOG, habrá que acudir, primero, a las entradas más antiguas -la primera es del día 1 de septiembre de 2010.
E-mail: balzuel@gmail.com
Mi grupo de 1º de E.S.O. más numeroso tiene 23 alumnos. Es un grupo bilingüe (inglés). Aclaro que YA es bastante difícil preparar una clase para veintitrés pupilos SÓLO en español... Normalmente, mis alumnos tardan unos cinco minutos en "instalarse" en unas mesas más bien desvencijadas: ciertos defectos en su diseño y el maltrato sistemático al que han sido sometidas (éstas y sus respectivas banquetas) a lo largo de más de una década, han hecho de este mobiliario la cuasi-ruina que, dadas las circunstancias, se irá agravando a lo largo de, al menos, otros diez años.
Pero me centro en lo esencial: decía que mis pequeños alumnos de 12 años de edad tardan un buen rato en llegar a sus taquillas, recoger su material y subir al último piso del instituto en el que trabajo. Cuando lo han conseguido, por fin, aun les queda otro ratito hasta que culminan su "extra de recreo", que ellos mismos se toman la libertad de ampliar...
E-mail: balzuel@gmail.com
Mi grupo de 1º de E.S.O. más numeroso tiene 23 alumnos. Es un grupo bilingüe (inglés). Aclaro que YA es bastante difícil preparar una clase para veintitrés pupilos SÓLO en español... Normalmente, mis alumnos tardan unos cinco minutos en "instalarse" en unas mesas más bien desvencijadas: ciertos defectos en su diseño y el maltrato sistemático al que han sido sometidas (éstas y sus respectivas banquetas) a lo largo de más de una década, han hecho de este mobiliario la cuasi-ruina que, dadas las circunstancias, se irá agravando a lo largo de, al menos, otros diez años.
Pero me centro en lo esencial: decía que mis pequeños alumnos de 12 años de edad tardan un buen rato en llegar a sus taquillas, recoger su material y subir al último piso del instituto en el que trabajo. Cuando lo han conseguido, por fin, aun les queda otro ratito hasta que culminan su "extra de recreo", que ellos mismos se toman la libertad de ampliar...
Las clases duran unos 50 minutos. Cuando llevamos a cabo algún tipo de actividad con técnicas húmedas, debemos tener previsto un "epílogo" de unos 10 minutos -como mínimo-, que consiste en recoger y limpiar los pinceles, las paletillas o platos de plástico, las mesas, el suelo (a veces), trapos, bayetas y el ÚNICO fregadero (de un solo grifo) con el que cuenta el aula. Todo esto se logra de forma precipitada, desordenada y precaria... Las dimensiones de este aula son apenas suficientes para semejante cantidad de alumnos (23), pero las he conocido bastante más pequeñas; incluso las hay sin agua corriente y carentes del más mínimo equipamiento (por ahí va la tendencia, ¿no?). Por lo tanto, hagan cuentas: las clases prácticas apenas pueden durar algo más de media hora.
ESTO es lo que, hasta el día de hoy, ha sido considerado como educación de calidad en España y Cantabria... Los inconvenientes, limitaciones, imprevistos y contratiempos han podido ser subsanados o compensados, con profesionalidad y buena voluntad, por parte de todos los implicados; incluidos los propios alumnos, los padres y madres, así como muchos trabajadores de la enseñanza en precariedad y eventualidad "crónicas" (entre los cuales me incluyo, a pesar de la "estabilidad" de la que he disfrutado a lo largo de diez años: más tiempo, por cierto, que decenas de funcionarios de carrera). Una dotación presupuestaria razonable, por lo demás, solía ayudar a sobrellevar las dificultades; asignación que ahora, sencillamente, se esfuma, casi por completo...
Es en este tipo de hazañas en las que los "precarios" (léase interinos) nos hacemos expertos. Por supuesto, en nuestra labor no caben planificaciones a medio-largo plazo, ni expectativas de estabilidad que valgan: nos fuerza la incertidumbre y nos vemos abocados a la improvisación constante (téngase en cuenta que en torno a un 20% de este "excelente" sistema educativo depende -o dependía- de gente que trabaja en dichas condiciones). Con suerte, los que nos vamos situando "arriba" podemos asentarnos, durante unos pocos cursos seguidos, en algún IES, en el que, por lo general, nos quedamos con lo que los "definitivos" descartan...
Es en este tipo de hazañas en las que los "precarios" (léase interinos) nos hacemos expertos. Por supuesto, en nuestra labor no caben planificaciones a medio-largo plazo, ni expectativas de estabilidad que valgan: nos fuerza la incertidumbre y nos vemos abocados a la improvisación constante (téngase en cuenta que en torno a un 20% de este "excelente" sistema educativo depende -o dependía- de gente que trabaja en dichas condiciones). Con suerte, los que nos vamos situando "arriba" podemos asentarnos, durante unos pocos cursos seguidos, en algún IES, en el que, por lo general, nos quedamos con lo que los "definitivos" descartan...
Desde luego, las circunstancias concretas varían significativamente de curso a curso, y semejante Calvario se "tolera" con la mente puesta en la "transitoriedad" de todo ello; es decir: en la superación última de las dificultades y en un eventual reconocimiento del esfuerzo, del mérito y de la experiencia del docente "en expectativa"... La cruda realidad es otra: como con nuestras vidas y nuestro dinero (si lo tenemos), los Poderes Públicos y todos los Poderes Fácticos han preferido "especular" con gente como yo: miles y miles de personas, apenas "peones" de su endiablado y miserable juego... Por eso se han dedicado a racanear, en convocatorias y número de plazas, a lo largo de décadas, aun a sabiendas de las necesidades REALES, que hubiesen debido ser cubiertas a su debido tiempo.
Entiéndase y háganse cargo: detrás de nosotros hay millones de horas de estudio, sufrimiento, sacrificios, renuncias, decepciones, desprecios e incontables labores ingratas, que no son ni cuantificadas ni remuneradas... Hay miles de familias y decenas de miles de bocas que alimentar; hay millones de euros en hipotecas y deudas; cientos de miles de proyectos personales y familiares... Hay mucho talento, mucho trabajo y mucha DECENCIA Y DIGNIDAD, a veces aplastadas y vejadas por nuestros propios colegas, en oposiciones precipitadas, delirantes y de hasta dudosa validez y/o coherencia (esto va por los que lo ven todo tan fácil, al estimar "extremadamente meritorio" aprobar unas oposiciones, al tiempo que consideran al interino poco menos que como un "indigente intelectual" o un "desecho social" para "usar y tirar").
Por mucho que algunos ahora se deleiten recordando que, por definición, somos prescindibles e indignos de ser mantenidos dentro de un sistema que, al parecer, nos ha estado "haciendo un favor" durante décadas (considerada nuestra flagrante "incompetencia"), se habría de saber que LA CALIDAD DE GRAN PARTE DE DICHO SISTEMA la hemos sostenido gente tan "lerda" y "aprovechada" como yo... Pero es que si, con todo, alguien -como un servidor (público) de Vds.- se salva, los pocos que quedemos con "vida" afrontaremos aun más dificultades, más incertidumbre, menos esperanza, más amargura, menos reconocimiento profesional (¡menos aun, si cabe!), menos... ¿¡Qué más cosas se nos arrebatará, por el sacrosanto "bien común" y el encomiable y necesario "sacrificio"!?: ¿nuestro futuro y nuestra vida entera?...
Pensad en ello: en lo que hemos tenido y logrado hasta hoy; en nuestra "precariedad compensada"... hasta hoy... No olvidéis que, a pesar de todo, a nuestros "dirigentes" les ha gustado sacar pecho, demasiado a menudo; mas sin nada sólido o viable, apenas, que avalase su ostentación... Por ejemplo, les ha gustado mucho hablar de "estadísticas", cuando, lejos de entrar en las cuestiones de fondo -en base a análisis serios-, se han conformado con "presumir" sobre resultados que, por acciones u omisiones DE MUCHOS, no han reflejado, casi nunca, el verdadero estado de los procesos de enseñanza-aprendizaje (el cual quedaba en evidencia con cada Informe PISA)... ¿Qué podemos esperar a partir de ahora?... Por no hablar de otras cuestiones, más "sangrantes" (nunca mejor dicho), ya que incluso nos van a "prohibir" ponernos enfermos... ¿Disparates?: ¡pues vayan acostumbrándose (¿o no?) a una vida repleta de ellos!...
Pero que no les engañen: el ahorro, la "racionalización" de los recursos (deberían llamarlo, en realidad, reparto de miseria) no nos va a sacar del agujero. Más bien, al contrario: nos va a desvalijar, nos va a derruir, nos va a demoler; y, mientras, muchos de Vds. se creerán -y hasta aplaudirán- las tesis que sostienen que los interinos "sobramos" y que somos una carga "inasumible"... Piensen en ello, mientras los muy legítimos titulares de los puestos que nosotros hemos "saqueado" y detentado, sin merecimiento y durante décadas (los muy dignos funcionarios de carrera, Dios los guarde por muchos años), tratan de encarrilar cursos interminables, con horarios sin descanso, toneladas de materiales por corregir y de documentación burocrática sin fin, en aulas repletas por sus propios hijos (de ustedes) y los de cientos más de padres y madres como Vds.... Sin calefacción (tal vez), sin medios mínimos suficientes, sin actividades extra-escolares, sin materiales fungibles "gratis", sin espacio vital, con mobiliario en muy mal estado de conservación, con problemas sociales y pedagógicos exacerbados, agravados con la saturación y el propio desquicie galopante de los docentes...
Por lo general, es en estos ambientes en los que "prosperan" los más indeseables... Desde luego, lo que no parece es que sea muy favorable "caldo de cultivo" éste para un país que pretende salir de las crisis (de TODAS las que aquí se solapan) ni de la miseria a la que, indudablemente, nos están condenando a todos... y no sólo al compañero que deba afrontar, en pocos meses, con toda su familia, un desahucio o una ruina total e irremisible de su vida.
Piensen, pues, en todo esto... Y si no hacen nada al respecto, asuman todos las consecuencias: en unos pocos años lo verán; y pasarán volando... Para entonces ya todo será DEMASIADO TARDE.
Entiéndase y háganse cargo: detrás de nosotros hay millones de horas de estudio, sufrimiento, sacrificios, renuncias, decepciones, desprecios e incontables labores ingratas, que no son ni cuantificadas ni remuneradas... Hay miles de familias y decenas de miles de bocas que alimentar; hay millones de euros en hipotecas y deudas; cientos de miles de proyectos personales y familiares... Hay mucho talento, mucho trabajo y mucha DECENCIA Y DIGNIDAD, a veces aplastadas y vejadas por nuestros propios colegas, en oposiciones precipitadas, delirantes y de hasta dudosa validez y/o coherencia (esto va por los que lo ven todo tan fácil, al estimar "extremadamente meritorio" aprobar unas oposiciones, al tiempo que consideran al interino poco menos que como un "indigente intelectual" o un "desecho social" para "usar y tirar").
Por mucho que algunos ahora se deleiten recordando que, por definición, somos prescindibles e indignos de ser mantenidos dentro de un sistema que, al parecer, nos ha estado "haciendo un favor" durante décadas (considerada nuestra flagrante "incompetencia"), se habría de saber que LA CALIDAD DE GRAN PARTE DE DICHO SISTEMA la hemos sostenido gente tan "lerda" y "aprovechada" como yo... Pero es que si, con todo, alguien -como un servidor (público) de Vds.- se salva, los pocos que quedemos con "vida" afrontaremos aun más dificultades, más incertidumbre, menos esperanza, más amargura, menos reconocimiento profesional (¡menos aun, si cabe!), menos... ¿¡Qué más cosas se nos arrebatará, por el sacrosanto "bien común" y el encomiable y necesario "sacrificio"!?: ¿nuestro futuro y nuestra vida entera?...
Pensad en ello: en lo que hemos tenido y logrado hasta hoy; en nuestra "precariedad compensada"... hasta hoy... No olvidéis que, a pesar de todo, a nuestros "dirigentes" les ha gustado sacar pecho, demasiado a menudo; mas sin nada sólido o viable, apenas, que avalase su ostentación... Por ejemplo, les ha gustado mucho hablar de "estadísticas", cuando, lejos de entrar en las cuestiones de fondo -en base a análisis serios-, se han conformado con "presumir" sobre resultados que, por acciones u omisiones DE MUCHOS, no han reflejado, casi nunca, el verdadero estado de los procesos de enseñanza-aprendizaje (el cual quedaba en evidencia con cada Informe PISA)... ¿Qué podemos esperar a partir de ahora?... Por no hablar de otras cuestiones, más "sangrantes" (nunca mejor dicho), ya que incluso nos van a "prohibir" ponernos enfermos... ¿Disparates?: ¡pues vayan acostumbrándose (¿o no?) a una vida repleta de ellos!...
Pero que no les engañen: el ahorro, la "racionalización" de los recursos (deberían llamarlo, en realidad, reparto de miseria) no nos va a sacar del agujero. Más bien, al contrario: nos va a desvalijar, nos va a derruir, nos va a demoler; y, mientras, muchos de Vds. se creerán -y hasta aplaudirán- las tesis que sostienen que los interinos "sobramos" y que somos una carga "inasumible"... Piensen en ello, mientras los muy legítimos titulares de los puestos que nosotros hemos "saqueado" y detentado, sin merecimiento y durante décadas (los muy dignos funcionarios de carrera, Dios los guarde por muchos años), tratan de encarrilar cursos interminables, con horarios sin descanso, toneladas de materiales por corregir y de documentación burocrática sin fin, en aulas repletas por sus propios hijos (de ustedes) y los de cientos más de padres y madres como Vds.... Sin calefacción (tal vez), sin medios mínimos suficientes, sin actividades extra-escolares, sin materiales fungibles "gratis", sin espacio vital, con mobiliario en muy mal estado de conservación, con problemas sociales y pedagógicos exacerbados, agravados con la saturación y el propio desquicie galopante de los docentes...
Por lo general, es en estos ambientes en los que "prosperan" los más indeseables... Desde luego, lo que no parece es que sea muy favorable "caldo de cultivo" éste para un país que pretende salir de las crisis (de TODAS las que aquí se solapan) ni de la miseria a la que, indudablemente, nos están condenando a todos... y no sólo al compañero que deba afrontar, en pocos meses, con toda su familia, un desahucio o una ruina total e irremisible de su vida.
Piensen, pues, en todo esto... Y si no hacen nada al respecto, asuman todos las consecuencias: en unos pocos años lo verán; y pasarán volando... Para entonces ya todo será DEMASIADO TARDE.
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