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Adaptación:
Como ves, a falta de algo mejor que hacer en estos dos últimos años (que marcan mi derrota definitiva y consiguiente retirada de esta carrera absurda), me he dedicado a hacer algunas reflexiones, así como a tratar de aportar algo de "luz" y "lógica" -esto deseo- a semejante locura. Por supuesto, he hecho bastante más que eso; ¡¡pero qué importa y a quién le importa, si sé que no se me va a valorar nunca por ello lo suficiente!!.
No me puedo quejar (dirán muchos: en cierto modo, se lo admito), ya que lo que yo he obtenido, gracias a aquel generoso -y espero que bien merecido- 8´6, que tú y otros me concedierais en 2002, es un trabajo bueno y estable, en el que ya llevo diez años ejerciendo como colega vuestro... No "del todo", claro, pues es evidente que nunca se me ha considerado estar a la altura suficiente: la de los "consagrados"; como tú ........... y todos los demás... Incluido alguno -supongo que muy bien asesorado y aconsejado- quien, sin haber ejercido ni una sola hora como docente, fuera capaz de seducir a un Tribunal completito; caso extraordinario, sin duda (por entonces, yo ya había impartido clases a todos los niveles y ciclos: desde 1º de ESO hasta 2º de Bachillerato; en distintas asignaturas y Departamentos... y ya había sido tutor... ¡Oh, sí!, me ha quedado claro: eso NO ES SUFICIENTE).
Por supuesto, yo no me atrevo a compararme ni con X ni con la flor y nata de vuestra profesión, ¡Dios me libre!... Pero he luchado duro, me he preparado como el mejor y he dedicado, horas, meses, años a este horror... He visto a casi todos esos interinos, de todas las asignaturas, que me daban por favorito y "vencedor" (me refiero a los que me han conocido bien, a todos ésos que han trabajado conmigo y han visto mi empeño y mi seriedad "sobre el terreno") superarme en esta carrera delirante, y sin tanto esfuerzo; les he tenido que felicitar, ver su éxito y su descanso (merecido), mientras trataban de animarme y consolarme; o me humillaban con su condescendencia y su compasión...
Ya encaro los cincuenta, O.; mi hija cumplirá en pocos meses los quince. Ella no me recuerda de otro modo: estudiando en mi mesa de dibujo, rodeado de papeles, carpetas, temarios, esquemas, unidades didácticas, libros y demasiados sacrificios y renuncias... Hace unos días Victoria me preguntaba si ha merecido la pena, si me daba cuenta de lo poco que había conseguido al cabo de casi catorce años; SI ESTUDIAR Y ESFORZARSE MERECE LA PENA... Ése es uno de los más duros "efectos colaterales" de toda esta mierda: una de las cosas que, realmente, ya no le puedo perdonar a todo "esto" (y, francamente: TAMPOCO A VOSOTROS). El desánimo y la duda (razonable) de mi propia hija es como una "línea roja". En fin: sé que todo esto a ti no te incumbe, que no puedes hacer nada por mí... ni por mi hija. Nadie lo hará, ¿no es cierto?...
Te destaco que he hecho pública mi última Programación: la puedes descargar desde mi blog (en esta entrada). Si no lo sabes aun, te diré que ese Tribunal de "expertos" me endosó un 1´8 hace dos años en mi "encerrona", el luminoso día de San Fermín... A otros les acababan de "subir a los altares", o poco menos, con un 10 (otro de esos "milagros" inefables)... Jamás me habían llamado INCOMPETENTE, NULIDAD Y ESCORIA de una forma tan sutil pero elocuente... ¿Por qué publico mi programación?: es todo un "símbolo"; pero también una forma de dejar en evidencia este tinglado, qué quieres que te diga... La publico para que la gente juzgue por sí misma.
Mi blog es, además, una forma de expresar mis "virtudes" y mi valía (soy consciente de ella; sin falsa modestia te lo digo, O.), al igual que mi "categoría intelectual", por así decirlo. Ya algunos se han "atrevido" a reconocérmela (creo que con sinceridad y franqueza)... Por supuesto, en mi blog no todo es "luz": hay mucha rabia, desconcierto, perplejidad, desesperación y hasta resentimiento. No me quiero disculpar, pero ¡métete en mi piel!...
Conozco mi destino: lo que mi vida profesional me depara; podría decir que es "lo que me he ganado", pero no es así, ni mucho menos: es lo que se me ha concedido, sin más... Lo que vosotros me habéis querido dar... Ya no me quedan fuerzas, ni físicas, ni mentales ni morales: agoté mi "cuota de esfuerzo sobrehumano"; me preparo para una vida de interinidad perpetua. ¡A no ser que!... que todo pueda llegar a ser aun más terrible (ya que "milagros benefactores" no los he esperado nunca; y menos a partir de ahora).
Un abrazo, O. Cuídese y disfrute de aun más y mejores éxitos.
Carlos Torres Velasco, Profesor Interino (a perpetuidad... ??) de EPV y Dibujo Técnico
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