Profesional, educador, padre, ciudadano con un punto de vista "político" claro; persona, ante todo y en suma... Todo lo pongo en evidencia, aunque sin vocación de mártir: tan solo me niego a ocultarme, a cargar con toda la responsabilidad de lo que me pasa... ¡de lo que NOS pasa! Porque en esta sociedad tenemos más de un "armario" que airear. Un saludo a todo el que se atreva.
No quisiera terminar esta introducción y bienvenida sin mencionar que las fotos -la mayoría de ellas- y demás material gráfico que se ve en este blog es obra del que se dirige a Vds. Espero que les guste.
Hi! This is Carlos A. Torres Velasco. I am a Spaniard teacher of Art in a Secondary School of Santander (Cantabria... No, not a bank!), and so I have been since 2001. The problem about addressing Anglo-Saxon people (or rather: almost any other people from wherever in the whole world) is that... you won´t understand a single word of all this! And I am sure the point of such a case will be difficult for you all to grasp: something about striving for a decent and professional way of living; something that has to do with wasting almost your entire professional life in a sort of "limbo"; with dignity and apparently aimless purposes too...
I spent quite a long period in Northern Ireland, and that is why I know the sort of "logic" that pushes forward your societies and the individuals within. Where this sort of "logic" is concerned, Spanish society is a far removed (very "stiff") kind of structure. Actually, this could be said about any aspect you might single out: politics, economy, industry, universities, investigation, trade... And such a "huge mistake", as it were, pervades ALL in this country; obviously, education, as a whole, is affected too. Our personal lives as well: very deeply.
If you don´t have the "guts" to dive so profoundly, then just "enjoy" my few photographs here and there. I hope you will not be discouraged... Thanks a lot!
lunes, 18 de julio de 2016
Oposiciones en Cantabria, 2016 / "Celebración" y recapitulación: 6 años
Son seis años ya, y estoy, EXACTAMENTE, donde dije entonces que estaría; y que así sería, además, de forma permanente. No pocos me consideraron una especie de intolerante derrotista. En realidad, sólo lo insinuaron; o lo otorgaron, con su silencio, ya que pocos -¿o ninguno?- se pronunciaron con absoluta franqueza o severidad ante tan lamentable espectáculo... Que yo me sienta hoy en día, o no, como tal intolerante derrotista y fracasado, es, la verdad, irrelevante. Lo cierto es que todas las vidas lo parecen; o casi todas: irrelevantes. Por eso, que sea el fracaso lo que le corresponda a la mayoría, lo deberíamos recibir con estoicismo y resignación: al menos el 98% de nosotros. ¡Ley de vida!
Pero que nadie espere, tras seis años, que me revuelque en la mugre viscosa y purulenta de la autocompasión: el hecho es que -ésta es la verdad- uno podría estar mejor así, ¡incluso!, que de supremo y bendecido funcionario de carrera (afirmación en cuyo razonamiento no voy a entrar, pues -debo decir, por no alargarme- me la trae bastante floja: ¡palabra de perpetuo interino bilingüe!). Lo que sí se puede esperar es el agotamiento lógico y la falta de ilusión, por la que (imagino), nadie debería echarme demasiado en cara. Podría cantar mil albricias y fingir un desorbitado entusiasmo: a modo de auto-engaño o de "cortina de humo", podría hacerlo; pero lo que se percibe alrededor (en macro y en micro; o en "tele"), que da para millones de ensayos y tesis, es TAN DESALENTADOR que estremece.
Y hasta aquí puedo leer... El resto, supongo, que se trata del "invierno de nuestro descontento". ¡Que vengan ahora a escena los tiranos y, con un poco de suerte, hasta los sacrificados héroes! Yo, por mi parte, no podré confesarme, ya que mis pecados desbordan las posibles penitencias; y porque, además, ya no creo: ni en eso, ni apenas en nada. ¡O que venga Dios y yo lo vea!