Profesional, educador, padre, ciudadano con un punto de vista "político" claro; persona, ante todo y en suma... Todo lo pongo en evidencia, aunque sin vocación de mártir: tan solo me niego a ocultarme, a cargar con toda la responsabilidad de lo que me pasa... ¡de lo que NOS pasa! Porque en esta sociedad tenemos más de un "armario" que airear. Un saludo a todo el que se atreva.
No quisiera terminar esta introducción y bienvenida sin mencionar que las fotos -la mayoría de ellas- y demás material gráfico que se ve en este blog es obra del que se dirige a Vds. Espero que les guste.
Hi! This is Carlos A. Torres Velasco. I am a Spaniard teacher of Art in a Secondary School of Santander (Cantabria... No, not a bank!), and so I have been since 2001. The problem about addressing Anglo-Saxon people (or rather: almost any other people from wherever in the whole world) is that... you won´t understand a single word of all this! And I am sure the point of such a case will be difficult for you all to grasp: something about striving for a decent and professional way of living; something that has to do with wasting almost your entire professional life in a sort of "limbo"; with dignity and apparently aimless purposes too...
I spent quite a long period in Northern Ireland, and that is why I know the sort of "logic" that pushes forward your societies and the individuals within. Where this sort of "logic" is concerned, Spanish society is a far removed (very "stiff") kind of structure. Actually, this could be said about any aspect you might single out: politics, economy, industry, universities, investigation, trade... And such a "huge mistake", as it were, pervades ALL in this country; obviously, education, as a whole, is affected too. Our personal lives as well: very deeply.
If you don´t have the "guts" to dive so profoundly, then just "enjoy" my few photographs here and there. I hope you will not be discouraged... Thanks a lot!
miércoles, 14 de noviembre de 2012
EL TAJO (Huelga General, 14-N 2012)
Catorce de noviembre, 2012; España. Día de Huelga General. Me encuentro en el aula; estoy en el tajo.
Soy consciente de la trascendencia de mi postura: en estos precisos instantes, los Mercados me observan con satisfacción; toman nota de mi "aportación" y, de forma casi automática, la "prima de riesgo" decrece en un 0,00000001%. Asimismo, la competitividad y la productividad de este gran y sacrificado país se reactivan; y es, precisamente, mi humilde presencia, en esta aula vacía, la que obra una fracción -infinitesimal, sí, pero nada despreciable- de semejante milagro.
Europa sabe (y China: mejor que nadie) que tan solo la seriedad y la presencia taciturna, pero concentrada, del sumiso en su puesto de trabajo -si lo tiene-, es la ofrenda que el "Sistema" acepta como válida: la que lo alimenta y lo hace "sostenible" y próspero; incluso socialmente próspero... Porque todo el mundo sabe, en realidad, que el "Sistema" acumula riquezas únicamente para re-distribuirlas... Claro que -entiéndase- lo hace ulteriormente, a su debido tiempo.
En este sentido, una Huelga General es una inapropiada muestra de impaciencia y de desconfianza de un Pueblo en sí mismo y en sus muy sabias élites; de la que los "Mercados" toman nota, como ya he dicho... Y no debo dejar esta línea del argumento sin subrayar la sabiduría de dichas élites, cuyas decisiones y excelente gestión -en términos históricos- no han podido evitar la situación gravísima que nos asola... Por lo que concluyo que ellos no son los culpables -últimos y esenciales- de esta penuria. Es casi una cuestión retórica, por tanto, preguntarse de quién es la culpa (Ellos lo tienen MUY claro; por eso nos ponen, en esta coyuntura histórica, frente a un espejo... Poco importa si se trata de un espejo deformante; y muy poco si la distorsión se convierte en la "versión oficial y ortodoxa" de los hechos).
Y concluyo que, si hubiera una mayoría aplastante con mi actitud y mi pensamiento, este país (o Nación de Naciones, o lo que sea) reverdecería; resurgiría de sus andrajos y se esfumaría el vergonzoso paro estructural; y los privilegiados perderían gran parte de sus privilegios; y las Instituciones serían moderadas, sensatas y excelentes gestoras; y desaparecería la corrupción, y se demostraría que SE CREE, REALMENTE, EN LA GENTE DE ESTE PAÍS (cosa que no se ha hecho, con convencimiento, NUNCA); y los recursos se gestionarían y distribuirían de forma justa y racional, sin sesgos arbitrarios, demagógicos o electoralistas; y la ciencia y la tecnología españolas -punteras, envidia del mundo-, alcanzarían las estratosferas del Nobel y de las ventas globales; y hasta las gallinas españolas pondrían huevos de oro, la verdad...
¡¡ESCUCHAD A LOS MERCADOS, HERMANOS, ESCUCHADLOS!!... ¡Debéis tener claro que los sacrificios que nos exigen son, claramente, por nuestro propio bien!: toda la miseria, la desesperanza y la ruina de este descenso a los infiernos es por ALGO... No lo olvidéis mientras desfallecéis; mientras se proceda al deshaucio decimonónico de vuestra vida y de vuestra familia; no lo olvidéis mientras os arrebatan el futuro, la formación de los hijos y la salud de todos; no lo olvideís si la ira os tienta: si sólo parece que os quede, antes del último estertor, el recurso de una deflagración en medio de una "tierra quemada"...
Y, como diría Berto Romero, en un monólogo memorable: estoy hoy aquí por el cariño de la gente y de mis alumnos... y por dinero; pero sobre todo por el bien de la profesión... y por dinero; pero, por encima de todo, por el futuro de la docencia... y por dinero. ¿Triste?: sin duda. Pero ojalá que llegue el día en que ese dinero se reúne en un Fondo de Resistencia para los que nos vayamos quedando por las cunetas y los tajazos de esta “recesión pasajera”. Ahí lo dejo caer...
NOTA: Recomiendo la lectura de "El precio de la desigualdad", de Joseph Stiglitz. Léanlo y saquen sus conclusiones; y, de paso, le harán aun más rico al señor Stiglitz, todo sea dicho.